En primera línea del bochornoso e hipócrita espectáculo de la OEA contra Honduras hay una mujer, Cristina Fernández, presidenta argentina, que constituye uno de los mejores exponentes actuales de cuán falaz es la teoría del liderazgo político diferente de las mujeres.
Integrador, dialogante, transparente, comunicativo, pacifista y unas cuantas tonterías más. Ella, mujer, es una de las cabezas visibles del peor y más antiguo populismo latinoamericano, amiga y colaboradora de Chávez, sostenedora de la dictadura cubana, simpatizante del antiamericanismo, y, ahora, se dice defensora de la democracia para Honduras.Ella, mujer, ha ocultado a los argentinos los datos de la gripe A hasta pasadas las elecciones legislativas.
Lo ha confesado el propio ministro de Sanidad.
Hay 55 muertos, se calculan en 100.000 los contagiados y hay varias demandas contra el Gobierno por una ocultación que ha retrasado en varios días vitales el combate de la enfermedad.
Ella, mujer, dio la semana pasada su segunda rueda de prensa desde que fue elegida en 2007.
Riñó a los periodistas y, con su estilo autoritario habitual, limitó a nueve las preguntas.
Nueve después de un año de incomunicación.
Pero lo más desolador del perfil del liderazgo alternativo de esta mujer es que su presidencia es una mentira.
Ella es sólo la esposa, el guiñol, de quien realmente manda, Néstor Kirchner, es el auténtico poder del ejecutivo argentino. Él la designó candidata, él le da las órdenes. Ella ni siquiera es la artífice de su fracaso. Pero se sabe que a ella le conviene y pretende continuar porque no se puede ir y junto con ella, nadie de los que están.
El gabinete que han creado, no tienen salida porque saben cuál es el final de todos -están con miedo y el futuro es la justicia y la prisión.
Por eso actúan de esta manera tan incoherente y mentirosa pero entendible, con el terror que tienen y la inseguridad de la falta de gobernabilidad y de una total credibilidad no solo en Argentina, sino en el mundo entero.
Pero sí, son el hazme reír de todos y sobre todo los que cubren los cargos sin ningún conocimiento.
A la Sra. Presidenta no la quiere nadie en el mundo y además no merece respeto por la total falta de lo mismo de ella hacia el resto.
Esto es realmente como lo es Cuba y Venezuela, "Un Circo total”".
Fuente: ABC Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario