Estamos terminando un año difícil y muy largo.
Pareciera que el 2009 ha sido minimizado por el INDEC y en vez de los 365 días oficiales, han sido como 450.
En serio, un año complicado, arduo, con dos grandes satisfacciones, una el 28 de junio, la otra el 3 de diciembre, y el resto a nivel institucional, francamente lamentable.
Desde siempre, con un grupo de amigos despedimos el año que se va y recibimos el que empieza, con lo que creemos es una sana costumbre.
Una forma de hacer catarsis y generar esperanza contra toda lógica.
Paso la receta.
Se necesitan dos bolsas, una bolsa linda, coqueta y la otra, una bolsa de basura.
En la primera, a medida que la gente va llegando, coloca en su interior papeles donde ha escrito lo que espera de bueno para el año que va a empezar.
Es la bolsa del "SI" que se guarda todo el año, para comprobar que deseo se cumplió y cual, no.
En la otra bolsa.
La de la basura, se van colocando los papeles (manuscritos, sino no vale) de todo aquello que no quiere que suceda en el año que va a empezar.
Esta es la bolsa del "NO".
En la bolsa del "SI" ya están el SI a la vida, a la libertad, a la república, a la división de poderes, a la tolerancia, a la educación pública de excelencia, a la convivencia, a los hechos positivos, al progreso, a la buena vecindad con los países limítrofes y con todos los demás.
SI a la justicia en el poder judicial, a la coparticipación federal, a la libertad sindical, a un INDEC veraz y a una jubilación digna.
Si a un sistema de salud sano.
Si a volver a formar parte del mundo y si a cumplir con las obligaciones contraídas.
Si a la decencia.
Si a la transparencia en el manejo de la cosa pública.
Si a la pluralidad de pensamiento dentro de la Constitución Nacional.
SI a la corrección en la política.
En la bolsa de basura que será debidamente arrojada a las 24hs para que se la lleven lejos, ya están, No al hambre, no al clientelismo, no a la cadena nacional para vender pela papas con financiación de la ANSES.
No a las peligrosas amistades internacionales.
No a usar la plata de los jubilados en nada que no sirva para mejorar la vida de los mismos.
No a la descalificación permanente del que piensa distinto, no al insulto y no a la demonización.
No a los remedios truchos.
No a la excesiva presión impositiva.
No a la permanente denuncia de inventados intentos desestabilizadores y destituyentes.
No al robo sistemático, no a la proliferación del juego.
No a las candidaturas testimoniales, no a la mentira permanente.
No a la limosna sin contraprestación.
No al desempleo y no al empleo en negro.
No a la violencia.
No a la manipulación, no a las operaciones de prensa desde el estado.
No a la inflación, no al aumento del gasto público.
No a la falta de controles al ejecutivo, no a la permisividad hacia el delito.
No a los manotazos a las reservas del Banco Central.
No a la droga y a su crecimiento sideral en cuanto a consumo y a fabricación nacional.
No a la falta de respeto por la ley desde el gobierno, no al progresismo, no al INDEC mentiroso, no a los papelones internacionales.
No al viejo sindicalismo.
No al veto ni a los decretos de necesidad y urgencia (DNU) como forma de gobierno.
No a la minería a cielo abierto usando cianuro.
No a la inseguridad.
No a las seudo explicaciones de lo que no tiene explicación.
No a la Presidente hablando todos los días y sobre todos los temas.
No a la inseguridad jurídica.
No a los patoteros profesionales que patotean con el aval del gobierno.
No a la discrecionalidad en el gasto por parte del ejecutivo.
No a los cortes de calles, avenidas, rutas y puentes.
No al desorden fuera de la ley.
No a la pobreza estructural que siempre es funcional al gobierno.
No a lo políticamente correcto.
Las dos bolsas siguen abiertas hasta el 31 de diciembre a las 24hs.
Recién entonces se cierran hasta el otro año.
Tiene tiempo.
Empiece ya a escribir lo que quiere y lo que no quiere para el 2010.
Las posibilidades (incluya las personales), son infinitas.
Esto es sólo un adelanto.
Que tenga una feliz Navidad y un maravilloso 2010.
Que tengamos una Argentina con buena calidad de vida.
Y que entre todos, podamos volver a construir la república que fuimos y que desgraciadamente, hemos dejado de ser.
¡Hasta el año que viene!
Malu Kikuchi
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