En ediciones anteriores señalamos que Ernesto “cabezón” Clarence era el encargado de cobrar las comisiones de las obras adjudicadas por Vialidad Nacional.
También señalamos que Clarence introdujo el método de cambiar la recaudación a billetes de 500 euros que componían el fondo negro en dinero cash que Néstor Kirchner tenía depositados en Río Gallegos en la bóveda del Banco Hipotecario, en distintos inmuebles y también en containers con destino a Uruguay, específicamente en casas seguras en Punta del Este.
Cuatro grandes cajas
En muchos de los más de 20.000 mails que se descubrieron de la computadora de Manuel Vázquez se mencionan concretamente comisiones ilegales que iban a parar a los bolsillos del flamante beato Néstor Kirchner, quien, con el aumento desmesurado de los subsidios al transporte y la energía, creó un mecanismo de recaudación de retornos multimillonario en euros.
Su muerte extinguió las causas penales en su contra, pero no las que implican o pueden implicar a sus subordinados.
Algunos especialistas que trabajan en la reconstrucción del armado de la corrupción kirchnerista señalan que había o hay cuatro grandes cajas:
a) Vialidad Nacional;
b) Energía, comisiones ilegales del fuel oil y construcción de torres de 500 megawats, realizadas casi todas por Electroingeniería;
c) Represas, puentes, caminos, autopistas y todo tipo de obras públicas nacionales y provinciales y
d) Los subsidios al transporte público de pasajeros y de cargas.
Una inmobiliaria muy especial
Durante siete años y medio se fue acumulando la inmensa masa de dinero producto de esas cuatro cajas.
Son muy pocos los que formaban parte de la intimidad de los Kirchner e intervenían en ese movimiento de fondos.
Uno de ellos era Osvaldo Sanfelice.
El “Bochi” Sanfelice ocupa también un lugar importante porque figura como socio formal de Hotesur Sociedad Anónima, el hotel calafateño donde también aparece la sobrina presidencial Romina Mercado.
Sanfelice se convirtió en amigo íntimo de Kirchner luego de ser durante muchos años Director de Rentas de Santa Cruz mientras aquél gobernaba la provincia.
En el 2007 se asoció con el ex gobernador de Santa Cruz, Carlos Sancho, para formar en Río Gallegos la inmobiliaria Sanfelice, Sancho y Asociados.
Por esta época hubo un distanciamiento entre Kirchner y Sanfelice cuyas causas se ignoran. Pero al poco tiempo se reconciliaron.
Cuando meses más tarde, Máximo Kirchner tuvo algunos problemas de conducta que podían repercutir en la imagen de sus padres.
Rudy Igor Ulloa le sugirió a Kirchner que le encontrara a su hijo una ocupación que lo encaminara.
La solución que se encontró fue ponerlo a trabajar en la inmobiliaria de Sanfelice, con lo cual éste aumento su importancia en el entorno presidencial y empezó a administrar una parte de los fondos negros, la que se invertía en compras inmobiliarias.
De este modo, Sanfelice se convirtió en un actor del manejo de la fortuna K y uno de los pocos conocedores de sus secretos.
Las fuentes consultadas indican que CFK, si bien no habría intervenido en el manejo de los fondos, de ningún modo podía desconocer el mismo.
En su actual situación, la presidente aparentemente no querría saber nada con los aportes mensuales en negro que se siguen recaudando y habría delegado el tema en Julio de Vido, que se encuentra bastante enfermo.
Pero el hecho de que CFK desconozca las cifras y el manejo de los aportes mensuales no significaría necesariamente que renuncie a los centenares de millones de euros.
Éstos seguirían hoy guardados en lugares seguros o invertidos en operaciones inmobiliarias que pasan por las expertas manos de Sanfelice, socio de Máximo en su inmobiliaria de Río Gallegos.
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