sábado, 13 de noviembre de 2010

EL GOBIERNO PROFUNDIZA LA IDEA DE LA VICTIMIZACION

Muy molesta, la Presidente siguió desde Corea el debate presupuestario en el Congreso.

En su lujosa suite del piso 22 del hotel Park Hyatt, cerca de los líderes del G-20, cuya cumbre comenzaba en esta ciudad, Cristina Kirchner recibió con indignación la noticia del freno de la oposición al proyecto de ley de presupuesto 2011 en el Congreso, con escándalo y denuncias de coimas.

La Presidente ordenó desplegar una estrategia: la victimización del Gobierno y la denuncia a la oposición por no dejarla gobernar.

“Es una maniobra de dilación para poner palos en la rueda, no a este gobierno, sino al país. Y no sabemos qué propósito tiene”, dijo el ministro de Economía, Amado Boudou, y puso en marcha el nuevo discurso.

Era la media tarde coreana, la madrugada de ayer en la Argentina, Cristina Kirchner analizó el escenario con Boudou, el canciller Héctor Timerman y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro. Hubo informes telefónicos desde Buenos Aires del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

Se resolvió entonces al mejor estilo del fallecido Néstor Kirchner: dejar marcada la cancha entre buenos y malos y lanzar un ataque preventivo a sus adversarios: Boudou, Timerman y Scoccimarro subieron al lobby del piso 24 y hablaron con la prensa.

La segunda decisión, revelada por Boudou, fue anunciar que si la oposición obstruye la ley, la Presidente gobernará en 2011 sin presupuesto, con el simple trámite de prorrogar el actual. “Ese es el presupuesto reconducido”, deslizó Boudou.

Fue luego que anticipara que el Gobierno “va a instrumentar todos los mecanismos necesarios legales y constitucionales que hay para administrar con normalidad el país”.

Aunque no lo dijo, eso se ejecuta lisa y llanamente al posponer el actual presupuesto y disponer a futuro de la reasignación discrecional de partidas. Mucho no cambiaría de lo actual.

La oposición rechazó el proyecto oficial porque subestima ingresos, crecimiento de PBI e inflación y ello le daría recursos excedentes por 40.000 millones de pesos de manejo a voluntad en un año electoral, que podría ser el de la reelección presidencial.

Tercer dato: Boudou confirmó que la Casa Rosada no acepta cambios en el texto de la ley.

“Nosotros enviamos en tiempo y forma lo que es nuestro plan de gobierno, con el que el país creció en los últimos años”, dijo Boudou.

Es ése o nada, entonces.

La denuncia de dilación encaja con la estrategia del Gobierno para acusar a la oposición de no dejar gobernar a la Presidente, que todavía sufre el duelo por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

El luto también juega su papel.

“Lamentamos esto: era la oportunidad para que la oposición demostrara que no quiere poner palos en la rueda cuando la Presidente se va dos días afuera (Corea del Sur) para atender cuestiones del país y pasa esto”, acusó Boudou a sus rivales.

Sobre las denuncias intentos de compras de votos parlamentarios que deslizaron los diputados Elisa Carrió, Cynthia Hotton y Felipe Solá, entre otros, Boudou replicó que “si tienen una denuncia tienen que ir y presentarla en la Justicia”. Y sugirió que “si recibieron algo habrá que ver si fue para apoyar la ley o rechazarla”.

Señaló también que todo fue “convertido en un verdadero sainete”.

Y añadió: “Algunos sectores dicen que no queremos tener presupuesto, otros dicen que hemos forzado a legisladores de la oposición a votar con nosotros.

¡Cómo es esto!”

“No puede uno vivir diciendo me ofrecieron algo”, señaló Boudou. En la Casa Rosada suelen asegurar que la Presidente guarda en la manga una carta para explicar frustraciones como ésta: acusar a la oposición de no dejarla gobernar, sin admitir tampoco que el Gobierno no acepta negociar ante los reclamos de sus rivales.

“Lamentablemente no dijo que los alimentos aumentaron 40 por ciento”.

Cuando el dirigente ruralista Alfredo de Angeli anticipó que al lomo lo pagaríamos a $80, los lenguaraces rentados le dijeron de todo.

Hoy se vendía el lomo a $95 el kilo.

El titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, aseguró que el ministro de Economía, Amado Boudou, “dice boudoudeces” sobre la inflación.

El ruralista cargó en duros términos contra el ministro K al señalar que “no quiere reconocer la verdad”.

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