Bien Chile, bien chilenos, un pueblo con orgullo y con sapiencia, pero especialmente un país civilizado que puede aceptar que la democracia IMPLICA alternancias. Cuando ya la mayoría de la gente preanunciaba el triunfo de la derecha, el pueblo esperaba en paz y con esperanza.
Algunos todavía creían en un milagro de último momento, pero a pesar de no haberse dado, deben estar satisfechos porque le han sabido dar al mundo un ejemplo de civilidad y de mesura.
¿Cómo serán los tiempos para el pueblo hermano de ahora en más?
Seguramente seguirán creciendo como lo han hecho en los últimos años, porque han tenido la capacidad de "no vivir de la mala memoria", sino de apostar a un Chile que crezca y que siga siendo un ejemplo para el mundo y especialmente para América Latina.
Van a surgir voces opositoras, eso desde ya, pero un país que tiene futuro y visión de crecer, no se ata a una postura política.
Chile es un país que se "ama a sí mismo" y por ello, esperamos todos que ganadores y perdedores se unan para trabajar por el engrandecimiento de su futuro.
¿Por qué no podemos nosotros tomar al país hermano como ejemplo de vida democrática?
Los chilenos ponen por delante de todo su proyecto de país, nosotros ponemos adelante de todo los intereses personales o grupales de los que creen que ganando se hacen dueños del futuro.
Hoy el hermano pueblo trasandino, debe dar el ejemplo de ser "Adulto".
Ya lo demostró el derrotado Frei al salir a felicitar a los ganadores.
¿Podrá pasar eso alguna vez en nuestra Patria?
Ojalá que sí, pero no estoy demasiado segura.
Nosotros, en lugar de mirar hacia adelante, seguimos abriendo heridas que ya estaban cerradas, seguimos creyendo que estamos en la época de los 70.
Seguimos creyendo que los de derecha y los de izquierda están en actitudes irreconciliables.
Por eso estamos como estamos.
Como argentina, orgullosa de serlo, felicito al pueblo chileno, le deseo éxito en esta nueva época histórica que tiene que enfrentar, pero no me cabe la menor duda que su entereza, su patriotismo se va a imponer por encima de los mezquinos deseos de quienes anticipaban que un triunfo de la derecha era volver a épocas remotas, tan dolorosas para muchos, PERO PASADAS.
Dios nos ilumine para que los argentinos aprendamos las enseñanzas de los pueblos que proyectan y se proyectan pensando en el futuro y no lamiendo las heridas del pasado.
Chile se erige hoy como un ejemplo de civismo, como un ejemplo de nación que apoya a sus gobernantes para salir adelante con toda su potencialidad.
Dios bendiga al pueblo y a sus nuevas autoridades y que su influjo se expanda por América para que terminemos con pasados superados y juntos los hombres de buena voluntad apuestan al crecimiento y a la grandeza de América.
El general San Martin, libertador de ambos pueblos debe estar feliz viendo que sus hijos cordilleranos se comprometen con un futuro de fe y de éxitos.
¡Arriba Chile!
No hay comentarios:
Publicar un comentario