viernes, 3 de diciembre de 2010

¿ SEGUIRA CRISTINA EN LA PRESIDENCIA ?

Se avecinan momentos difíciles por los casos de corrupción que, como lo adelantamos, adquirieron difusión internacional.

El escándalo cibernético no puede tapar el de Jaime y ampliará sus consecuencias.

Se informó que avanzarán las denuncias y éstas salpicarán a todo el oficialismo.

La memoria de Néstor y la salud de Cristina están afectadas.

Un equipo de emergencia adopta las decisiones principales del gobierno.

Los políticos apenas sí se pronuncian, salvo excepciones pero la opinión pública tiene más exigencias.

Las dudas avanzan sin descanso y profundizan los interrogantes.

¿Gobierna realmente Cristina Fernández o hay un equipo improvisado que toma las decisiones?

Si esto es así, la cadena de preguntas sigue con estas otras:

¿Hasta cuándo?

¿Es verdad que la presidente se oponía a que Hugo Chávez hable en un acto propio durante la reunión de presidentes en Mar del Plata?

¿Es cierto que la corriente más progre insistía en que el venezolano pronuncie su discurso cargado de ideología...?

Parece que así eran las cosas por lo que la suspensión de ese discurso preparado para el sábado en cierta medida fortalece a la alicaída habitante de la Quinta de Olivos que ayer tuvo un respiro al conocerse las explicaciones de la secretaria de Estado norteamericana por el escándalo cibernético que apenas ha comenzado, tal como lo aseguran fuentes seguras que algo conocen de este asunto.

El tema, mayúsculo por cierto, ha producido un cimbronazo que no termina de explicarse y que ha merecido las más dispares y disparatadas interpretaciones por parte de políticos, periodistas y empresarios.

Unos se enojan pues consideran que los cables cibernéticos constituyen una intromisión en los gobiernos mencionados en los miles de correos lanzados.

Otros, más interiorizados de la vida diplomática entienden que es normal que los embajadores ofrezcan esas informaciones a sus gobiernos y que éstos formulen los requerimientos que están en danza.

¿Qué relación tiene este asunto con la capacidad de Cristina por mantenerse en el poder y ejercerlo...?

Veamos.

La avalancha de información desplegada por el sitio Wikileaks sólo llegó al mundo a través de cinco medios gráficos de información y entre ellos, el Diario Español El País que pertenece al grupo Prisa cuyas relaciones con el Kirchnerismo era y son realmente malas.

El País reiteró que habrá más y más información y en particular sobre las anomalías que caracterizan a la gestión del gobierno Argentino.

Más aún, debemos señalar que la Argentina es prácticamente el único blanco noticioso de la región, circunstancia que llega cargada de sugerencias, sobre todo porque buena parte de lo que dicen los cables son asuntos conocidos pero que ahora están potenciados por venir desde el exterior.

Entre nosotros, esta clase de novedades cuando vienen desde más allá de las fronteras, tienen más peso y más impacto que si se difunden localmente.

Por eso, cuando se acusó reiteradamente al jefe de Gabinete Aníbal Fernández de estar vinculado con el narcotráfico y mezclado en distintos negociados - incluso el lavado de dinero - se convirtió en un hecho político leve, de consecuencias no determinantes y sólo contribuyó a profundizar el deterioro del Kirchnerismo.

Ahora es distinto y la novedad cobró una dimensión muy grande, colocó al gobierno en una situación difícil y éste no desmintió nada.

En cambio sí utilizó como lo hizo el mismo Fernández, calificativos peyorativos para referirse al flamante conflicto que irrumpió en el escenario internacional, pero nadie desmintió nada categóricamente.

Por lo contrario, el silencio se hizo significativo y como si esto fuera poco, se sabe que ayer, cuando en la reserva de las paredes y puertas cerradas de la Casa Rosada se evaluó la conveniencia de negar todo con tono severo y enérgico, la idea se paralizó.

Es que a través de distintos medios surgió el convencimiento de que habrá más y más bombas cibernéticas de gran contenido explosivo.

La conclusión de Cristina y sus asesores fue que no sería conveniente producir desmentidos en cascada y esperar la nueva y escandalosa carga informativa para hacerlo de una sola vez, siempre y cuando no lleguen probanzas inevitables.

En el centro, en el meollo del conflicto inédito en la historia mundial y revolucionario desde el punto de vista de las comunicaciones, la memoria de Néstor Carlos quedó afectada y por cierto, la propia Cristina y los funcionarios más importantes del gobierno, ya tocados por la difusión de los negociados y coimas protagonizados por el ex secretario de Transportes Ricardo Jaime.

Por eso cabe preguntarse qué sucederá en el futuro cercano respecto de la estabilidad presidencial y la extensión del convencimiento de la tremenda carga de corrupción que implica la sola mención del apellido Kirchner.

Para colmo, Cristina está enferma y adicta a los ansiolíticos está dependiente de una custodia médica.

A todo esto, los abogados que conocen los entretelones de este proceso repugnante, sostienen que gracias a la legislación vigente, Jaime y sus amigos saldrían relativamente airosos del cúmulo de denuncias por lo que no habría que esperar sanciones importantes y ejemplificadoras, es decir, otro escándalo adicional, lamentable y expresivo de nuestra decadencia.

Jaime y los involucrados podrían quedar en libertad para gozar del resultado económico de sus delitos.

Esto tiene a su vez un contenido emotivo para la opinión pública y abre el camino para otra requisitoria: la comprobación de estos pecados administrativos agravados por las condiciones sociales de una gran cantidades de argentinas y argentinos, niños y familias descendidos por debajo de la línea de pobreza.

¿significará una caída vertical de los votos que gozaba el actual oficialismo y la gente reaccionará sancionándolo como corresponde...?

Nosotros creemos que la enfermedad argentina no es tan profunda como parece -en realidad queremos creerlo- por lo que es posible que algunos asesores aconsejen que los K. y su aparato emprenda la retirada y se prepare a enfrentar las consecuencias judiciales de sus latrocinios.

¿Lo aceptará Osvaldo Sanfelice y sus socios santacruceños que son los cómplices más importantes del ex presidente muerto?

Para ellos y para todos, las noticias cibernéticas prometen ahondarse en pormenores de las fortunas mal habidas lo que extenderá este problema hacia límites que aún no pueden establecerse.

Al menos es difícil imaginar el volumen del daño político que producirán, volumen que por lo de la suspensión de Mar del Plata ya pesa sobre Hugo Chávez y su aventura orientada a enriquecerse y hundir a Venezuela en medio de lugares comunes y argumentos ideológicos ya superados por la historia.

Si esto llega a avanzar como todo lo indica, surgirán más y más curiosidades como, por ejemplo, cómo hizo Chávez para poseer una cadena de alrededor de doce mil estaciones de servicio a lo largo del territorio norteamericano, un asunto que sumado a otros de mayor peso afectaría a la presidencia de Obama quien ya está herido por lo que sucede.

Por eso es dable imaginar que la avalancha que sacude a la política internacional no podrá frenarse con órdenes de captura impartidas a Interpol contra quien aparece como responsable de esta interesante (¿y alentadora?) maniobra.

Así, coincidimos con quienes aseguran -tal como lo adelantamos hace muy poco al escribir sobre Jaime- que la atención de los políticos y los periodistas se mantendrá vigente durante bastante tiempo, sobre todo cuando se instalen las informaciones sobre las intimidades bancarias que hablarán de fondos negros, de lavado de dinero y de depósitos correspondientes al narcotráfico, un verdadero alterador de la vida pública y privada de estos tiempos.

Entonces, estimados lectores, a prepararse para lo que se viene y también para pergeñar aquellas medidas y reformas que deberán ser algo más que un simple restañar de las heridas que provocará este decidido entrevero.

Los que saben, insisten en que este fin de año y comienzo del que viene será un período apasionante que se ahondará con el correr de los meses y los cambios que provocará.

Más aún, hay quienes aseguran que de aquí en adelante las cosas serán distintas, afirmación que es un buen desafío a la imaginación.

Por último dos palabritas finales para una preocupada Cristina con el objeto de intentar dilucidar si sucumbirá a las recomendaciones de sus hijos -especialmente de Florencia- para que renuncie y se aleje de un conflicto que es incapaz de controlar.

Si ocurre la despedida no son pocos los que miran, inevitablemente, hacia Julio Cobos y especulan sobre cómo se desenvolverá el difícil proceso político que, hasta ahora, ha sido incapaz de ofrecer tranquilidad y soluciones.

Pero si esto llegara a ocurrir, es obvio que se inaugurará una etapa más que curiosa pues si la izquierda pretende terciar en esta crisis deberá colocarse en la difícil posición de defender a los corruptos.

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