La actual secuencia de violencia arrancó el 20 de octubre pasado, cuando la mafia sindical asesinó al militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.
Una semana después, las fuerzas del orden en Formosa reprimieron a los tobas y murieron dos de ellos y un policía de esa provincia y, el martes pasado, balas tumberas mataron en el Parque Indoamericano a dos personas que trabajaban con las Madres de Plaza de Mayo, que tienen construcciones en esa zona.
Fue Sergio Schoklender quien denunció que los narcos manejaban a los okupas, en muchos casos inmigrantes de países vecinos.
Pero más tarde se sumaron a la ocupación los partidos de la izquierda revolucionaria para ganar consenso entre los sin techo.
Claves para entender la crisis
La “favelización” del Parque Indoamericano plantea una crisis con múltiples aristas.
Éstos son algunos de los puntos que vale la pena tener en cuenta para pronosticar la evolución del conflicto:
1) El kirchnerismo maneja grupos armados -por ejemplo, los grupos de Schoklender y Carlos Kunkel- que, por las fricciones cotidianas, podrían llegar a enfrentarse con los partidos de la izquierda revolucionaria y los narcos.
A causa de los dos asesinatos, la Policía Federal se retiró por orden del gobierno nacional, que ratificó su política de no represión y convivencia con el narcotráfico.
Así es que entre anteayer y ayer llegaron cerca de 2.000 personas a ocupar el parque.
La respuesta de Julio Alak y Aníbal Fernández fue que se trata de un problema del gobierno de la Ciudad, como responsable de custodiar el parque, cuando es sabido que la Policía Metropolitana tiene una capacidad limitada.
La negativa del gobierno nacional a imponer el imperio de la ley en esta zona puede originar entonces un verdadero baño de sangre, anunciado por los disparos que allí seguían escuchándose ayer a la noche.
2) En fuentes de inteligencia policial trascendió que detrás del aparente desorden de la ocupación habría un plan perfectamente definido por parte de varias bandas de narcos.
* La ocupación del Parque Indoamericano permitiría establecer un corredor que uniría la Villa 20 (Lugano) con la 1-11-14 (Bajo Flores), creando así una gigantesca concentración de más 60.000 habitantes con la extensión de una ciudad y con tantos accesos que sería imposible de controlar por las fuerzas policiales.
* Grupos de vecinos de Villa Soldati, que anoche se reunieron preocupados por su seguridad, informaron a Informadorpublico.com que la mayor parte de las 600 familias que ayer reafirmaron la ocupación del parque no son pobladores del lugar y fueron traídas en micros que venían de San Martín y de Villa Celina (La Matanza).
3) La afluencia masiva de paraguayos y bolivianos en las villas de Capital y el conurbano no se debería solamente a la búsqueda de mejores horizontes por parte de aquéllos.
Diplomáticos argentinos que se desempeñan en el Consulado Argentino en Cochabamba admitieron a Informadorpublico.com que este año se multiplicó el trabajo en esa dependencia.
Cerca de medio millón de bolivianos habrían obtenido o estarían cerca de obtener su ciudadanía argentina gracias a la cooperación y la falta de toda restricción por parte del Palacio San Martín.
No se trataría, sin embargo, tanto de solidaridad latinoamericana como de cálculo electoral.
El gobierno estaría incluyendo a toda máquina en el padrón de electores una masa de inmigrantes de alrededor de un millón.
Estos nuevos votantes serían una de las armas secretas del kirchnerismo para volcar a su favor el resultado de las elecciones no sólo en Buenos Aires sino también para dar una sorpresa en la difícil elección porteña.
En las villas de la Capital se calcula que podría llegarse a 100.000 nuevos ciudadanos importados por el gobierno, es decir, el 4,5 por ciento del padrón de la Ciudad.
Guillermo Cherashny y Alexis Di Capo
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