Dado que los Kirchner están débiles, por la desastrosa gestión de su gobierno y por la corrupción desenfrenada, han decidido enfilar sus baterías contra unos chivos expiatorios, que distraigan la atención de sus propios problemas.
Semanas atrás, ciertos jefes militares argentinos ordenaron la publicación de un listado de oficiales que -en el pasado- supuestamente estuvieron involucrados en tareas de inteligencia; una manera indirecta de señalarlos como “torturadores y violadores de derechos humanos”.
Entre quienes aparecen en este listado, se encuentra el Teniente Coronel Horacio Fernández Cutiellos, quien falleció en el combate de la Tablada (1989), asesinado por terroristas pertenecientes al Movimiento Todos por la Patria.
El caso es que, en primer lugar, Fernández Cutiellos nunca perteneció a los servicios de inteligencia, y en segundo lugar, “casualmente” era esposo de la delegada de UnoAmérica en Argentina, la arquitecto Liliana Raffo de Fernández Cutiellos.
Como es natural, Liliana se presentó inmediatamente ante la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal para interponer una denuncia contra el actual Jefe de Inteligencia del Ejército, Gral. César Milani; el Secretario General del Ejército, Gral. Hugo Domingo Bruera; y el Jefe del Estado Mayor General del Ejército (EMGE), Gral. Luis Pozzi; por haber incluido indebidamente a su esposo en aquel listado, colocándola, tanto a ella como a su familia, en situación de vulnerabilidad y lesionando el honor de quien diera su vida en defensa de las instituciones democráticas.
En nuestra opinión, incluir el nombre de Fernández Cutiellos no es un simple “error” de la cúpula del Ejército Argentino, sino el resultado de una orden de los esposos Kirchner para matar dos pájaros de un tiro:
por un lado, desprestigian a un héroe militar y , de esta forma, también dan un duro golpe al prestigio de las Fuerzas Armadas.
Esta maniobra está enmarcada dentro del Plan del Foro de Sao Paulo para destruir las Fuerzas Armadas de América Latina, denunciado por UnoAmérica en un libro digital,
Por el otro lado, enfilan sus baterías contra una mujer que les resulta incómoda.
En efecto, desde hace más de un año, nuestra delegada en Argentina ha venido denunciando públicamente la subordinación de los Kirchner a Hugo Chávez, por medio de comunicados, declaraciones, investigaciones y otras actividades.
Tanto Liliana Raffo, como nuestro otro delegado, Jorge Mones Ruiz, han sido objeto de numerosos ataques y calumnias, difundidos a través de los medios vinculados al Estado, como el diario Página 12 y el Canal 7 de televisión.
Fuente Uno America
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