Dos semanas atrás, el flamante Inspector General del Ejército, General Mario Gabriel Dotto -hermano de Pancho-, habría recibido una orden altamente delicada y desde ya, secreta.
Su nueva misión sería disponer que varias unidades del Ejército se entrenen en “combate en localidades”, un eufemismo técnico que se utiliza para no decir hipótesis de conflicto interno.
En realidad, ya desde el año pasado, al menos un regimiento realiza este tipo de entrenamiento en la zona de Magdalena (Provincia de Buenos Aires). Estas prácticas apuntan a perfeccionar la capacidad para reprimir focos de violencia urbana y recuperar el territorio ocupado por el enemigo, en este caso, los grupos violentos.
La orden impartida por Dotto motivó que varios oficiales a su mando le manifestaran su extrañeza por estas directivas que violarían claramente la prohibición de que las Fuerzas Armadas intervengan en la seguridad interior.
Sin vacilar, el alto oficial habría explicado que, en caso de necesidad, “habrá que tomar intervención por sobre la Gendarmería si ésta se ve desbordada”.
Para ratificar su lealtad al kirchnerismo -aun por encima de las leyes- Dotto habría redondeado: “de ningún modo le podemos fallar al gobierno”.
Consultados especialistas en la materia, los mismos coinciden en que la nueva directiva secreta sólo puede obedecer al temor oficial por una escalada de violencia social con focos distribuidos en distintos puntos del país, situación que podría llegar a superar la capacidad represiva de la Gendarmería, que es la fuerza entrenada para esa tarea.
Salpicado por Malvinas
Tal vez no sea causal que Dotto sea el hombre elegido por el gobierno para una misión tan compleja.
Dos años atrás, él fue denunciado por su actuación durante la guerra de Malvinas.
La revista Veintitrés fue uno de los medios que difundió las denuncias en septiembre del 2008:
“Los soldados del General (Mario) Dotto perdieron entre el 30 y el 40 por ciento de su peso corporal” en las Islas Malvinas, en 1982, relató el autor del libro “Memoria, Verdad, Justicia y Soberanía:
Corrientes en Malvinas”, el abogado Pablo Vassel, integrante del Consejo de la Magistratura de la Nación y ex subsecretario de Derechos Humanos de la provincia de Corrientes.
“De ese modo respondió Vassel a las manifestaciones públicas del comandante de la Brigada de Monte XII de Posadas, General de Brigada Mario Dotto, quien aseguró que iniciará las acciones legales correspondientes contra las personas que lo denuncien por presuntos actos de maltratos físicos ocurridos durante la guerra de Malvinas.”
“Dotto fue denunciado penalmente en los tribunales federales de Tierra del Fuego por 74 ex combatientes de las Islas Malvinas por una serie de hechos que constituyen crímenes de guerra y violación a los derechos humanos, de los que fueron víctimas combatientes -que entonces tenían 18 y 19 años- enrolados en las Fuerzas Armadas por el servicio militar obligatorio.”
Pese a esto, Nilda Garré optó no sólo por salvar la carrera de Dotto sino por promoverlo a un cargo de primer nivel.
Agradecido, este singular general no podría ahora menos que obedecer sin cuestionamientos de ningún tipo.
Alexis Di Capo
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