miércoles, 9 de marzo de 2011

GOBIERNO MENTIROSO PRODUCE VERDADES DOLOROSAS

Un gobierno puede errar en su propuesta, puede no cumplir con lo que promete, puede disfrazar sus intenciones, puede ser impetuoso, prepotente, unitario, feudal, mostrase omnipotente, pero lo que no debe ni puede, es mentir.

La mentira es un pecado que no tiene disculpas si quien la profiera, tiene la responsabilidad de responder a los ciudadanos, a los que tiene la obligación de gobernar mientras que los representa.

Compromiso que obliga a ser fiel al juramento empeñado, desde el primer mandatario, hasta el último de los funcionarios.

La Presidente cundo juró al recibir la Banda Presidencial, lo hizo levantando la diestra y con la otra mano, tocando el libro sagrado de los argentinos, la Constitución Nacional.

Mintió porque está más preocupada por su vestuario que por el respeto a la Constitución.

Miente porque es cómplice de quien falsifica los guarismos del INDEC, con los índices de la pobreza existente a lo largo y ancho del país y con la cantidad de alumnos que concurren a las escuelas primarias.

Un alto porcentaje no va aprender, va solamente a comer.

La Presidente en su larga perorata en el Congreso donde contó con los aplausos de su cohorte de seguidores y alcahuetes, dijo y dijo pero no dijo lo que esperábamos oír sobre los gravísimos problemas que disminuyen y achican a la República.

Nada dijo sobre lo que se puede esperar de una nación, cuyas riquezas naturales son envidiadas por muchos países del mundo.

Así son los privilegios que Dios nos confió y que conforman nuestro país, mal interpretados y peor explotados.

Pero claro está que no solamente nuestra Presidente, sino que nuestros gobernantes de los últimos 90 años, salvo algunas excepciones, se destacaron más por dividir a la sociedad, robar y centrar sus proyectos de gobernabilidad, teniendo en cuenta los intereses de una oligarquía que jamás priorizó a las gentes de bajas condiciones sociales.

Gentes que merecían y merecen, ser tratados de forma tal que reforzarían las reservas humanas, mientras suban peldaño a peldaño, la escalera social y así integrar la franja activa del progreso y crecimiento de la Nación.

En la realidad a lo largo de los años del kirchnerismo, si así se hubieran comportado quienes tuvieron en sus manos las riendas de la conducción del país, seguramente, tal como acertadamente lo dijera en su momento el inolvidable Juan Pablo II, que pobres habrá siempre, pero no en la proporción sin atenuantes que debemos acompañar los argentinos.

Si la sociedad no reacciona contra estas injusticias inhumanas que debieran ser calificadas de delito de lesa patria, imputándoles pura responsabilidad a nuestros gobernantes, que se rasgan las vestiduras para la gilada.

Además, los que no tienen problemas de mantener su condición social de privilegio, no lo merecen, mientras permanezcan indiferentes al desarrollo de este tremendo drama de la sociedad argentina.

Esta es una de las tantas asignaturas que debe cumplir el capitalismo como único recurso para que no proliferen las propuestas políticas de izquierda que tampoco resuelven nada pero, que se nutren del caldo de cultivo que les regala un capitalismo vil y perverso, que alimenta a gobernantes como Cristina Fernández que se apoya como si fuera una muleta, a las políticas montoneras setentista.

En cambio, el gobierno que surja después de Octubre, que no contemple en sus programas, verdaderos cambios estructurales en sus conceptos, seguirán obligados a subsidiar a miles y miles de familias con dinero y comida a los niños en las escuelas, por lo cual emitirán una repetición gatopardista.

Por más que la Presidente lo diga y diga en su discurso farolero al inaugurar el nuevo año Legislativo, este gobierno que lleva años en el poder, no logró generar fuentes genuinas de trabajo que garanticen a las familias pobres, una vida digna en sus impostergables necesidades, como es contar con alimentación con los valores calóricos indispensables, educación a sus hijos que les dé posibilidades de crecer en el orden social y seguridad jurídica para sentirse ciudadanos en situación de servir a la Patria, por su propio esfuerzo y no por dádivas, y así contribuir al fortalecimiento de todo lo concerniente a la República.

En lugar de ello, el Estado mantiene fuerzas de choque y grupos armados como los llamados Quebracho y Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que usufructúan de prebendas y privilegios que le son negadas a otros sectores de la sociedad.

Mienten con los valores de la justicia que solo enjuicia a un parte de los que sufrieron el terrorismo de estado pero niegan los derechos a aquellos que impidieron que la Argentina se convierta en un reducto comunista al estilo del castrismo en Cuba.

Mienten cundo pretextan con cualquier barbaridad e incongruencia diplomática para justificar las mala relaciones que tenemos con las principales naciones del mundo y sobre todo, cuando con las mentiras sin disculpas ni perdón disfrazan los verdaderos propósitos de su gestión de política exterior.

Futbol para todos, es tan nocivo como la corrupción que a los tirones, la justicia investiga.

¿Cómo puede pretender un país aspirar a salir del atolladero, cuando sus gobernantes lo convirtieron en una hacienda feudal donde los KK las oficiaban de patrones, cosa que la viuda de K sigue sin modificar el rumbo?

Además entendemos como síntoma corrupto a la enésima potencia, es que el gobernante de turno, durante su mandato haga crecer su patrimonio con guarismos totalmente desmesurados y mal justificados.

Lo que no debiera ser tolerado, es que parte de la Justicia como los gobernadores de ciertas provincias, ejerzan su profesión sometidos a las presiones totalitarias de los patrones que se creen sus dueños.

Hagamos referencia de quienes tienen la obligación de desnudar tantas mentiras e injusticias.

Debiera ser la oposición cimentada después del 28 de Junio de 2009. No lo hacen.

Será tal vez porque no pueden o no saben cómo, aunque quieran, puesto que el oficialismo no se enteró que exista una oposición sólida y competente, ya que sigue actuando como si su poder no haya menguado y esto es gravísimo porque no alimenta expectativas favorables para las cercanas elecciones presidenciales.

Este estado de cosas, según desde que ángulo se analice, es mas contra producente que si nos retrotraemos a una fecha anterior al 28 de Junio de 2009.

Por lo menos teníamos conciencia que como minoría impoluta, estábamos sin piernas para correr, mas hoy que hemos conquistado las fuerzas y la resistencia en las piernas, no sabemos cómo usarlas ni para qué sirven.

La pretendida y soñada posibilidad de formar un bloque sólido y acordar puntos básicos de coincidencia, día a día se desvanece y quedamos, hasta el día de su desaparición, a la merced de un hombre astuto, frío, calculador y experto manejador de mentiras al voleo.

Las circunstancia se dan tal como las señalamos y no tendremos salidas mientras que el pueblo manso que configuramos los argentinos, se interesa más en lo que va a hacer Marcelo Tinelli en la tele, que lo que pueda producir un Congreso efectivo, inteligente y creíble.

Manuel Lichtenstein

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