Cuántos crímenes se cometen en tu nombre Madame Roland, revolucionaria francesa, era conducida hacia la guillotina y al pasar frente a la estatua de la libertad, pronunció las palabras del título de esta colaboración. Pero las contradicciones en nuestra atribulada Nación son tragicómicas y el mismo Quevedo se sentiría envidioso. Lástima que el kirchnerismo bloquee el Colón. Tres fenómenos de fabula: La universidad nacional de la plata, Rodolfo Walsh y Hugo Chávez. Lástima que Hegel descubridor de la lógica de las contradicciones, no este, pero bueno, una de sus seguidoras la Presidente de la Nación, al menos ella dijo es hegeliana, fue quien invitó a Chávez a nuestro país. Es para analizar si la Presidente es un ejemplo de un caso de contradicción de la contradicción o la contradicción del entendimiento... Claro en medio de la confusión que tiene Chávez tal vez no tome conciencia de este tragicómico galardón, propio de lo que son hoy las universidades llamadas universidades y además nacionales. Por empezar el premio que otorga a la libertad de prensa la Escuela de Periodismo de la universidad nacional de la plata, ya es contradictorio. Rodolfo Walsh uno de los fundadores de la agencia de noticias Prensa Latina, que censura noticias y otras cosas en Cuba y fuera de ella, no es precisamente un ejemplo de la libertad de prensa. Además mataba a los que no pensaban como él. Chávez se sentirá identificado con un hombre de la ideología, ya que él mismo se autoproclamado como el líder del Socialismo del Siglo XXI. El dictador venezolano se dice bolivariano y marxista y ataca al neoliberalismo. ¿Habrá estudiado que Bolívar lideró una revolución liberal? Por otra parte, ¿sabe del artículo del mismo Karl Marx escribió en 1858? Entre otras cosas dijo Marx: “Cuando los prisioneros de guerra españoles, que Miranda (Líder de la Revolución) enviaba regularmente a Puerto Cabello para mantenerlos encerrados en la ciudadela, lograron atacar por sorpresa la guardia y la dominaron, apoderándose de la ciudadela, Bolívar, aunque los españoles estaban desarmados, mientras que él disponía de una fuerte guarnición y de un gran arsenal, se embarcó precipitadamente por la noche con ocho de sus oficiales, sin poner al tanto de lo ocurría ni a sus propias tropas”, es decir que lo trata de cobarde. Continúa Marx, refiriéndose a Francisco de Miranda, el gran revolucionario liberal hispanoamericano, “el 30 de julio llegó Miranda a La Guaira, con la intención embarcarse en una nave inglesa. Mientras visitaba al coronel Manuel María Casas, comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se contaban don Miguel Peña y Simón Bolívar, que lo convencieron de que se quedara, por lo menos una noche, en la residencia de Casas. A las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido, Casas, Peña y Bolívar se introdujeron en su habitación con cuatro soldados armados, se apoderaron precavidamente de su espada y su pistola, lo despertaron y con rudeza le ordenaron que se levantara y vistiera, tras lo cual lo engrillaron y entregaron a Monteverde, el jefe realista. El jefe español lo remitió a Cádiz, donde Miranda, encadenado, murió después de varios años de cautiverio”. Continúa Marx, que este hecho ¨ valió a Bolívar el especial favor de Monteverde, a tal punto que cuando el primero le solicitó su pasaporte, el jefe español declaró: “Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda”. En otras palabras Marx sostuvo que Bolívar fue un traidor. La carta de Marx es más larga, pero Rodolfo Walsh quizá no hubiera estado de acuerdo con el título de bolivariano marxista que ostenta Chávez. Pero si Chávez supiera quién fue Rodolfo Walsh, cuyo nombre lleva el premio a la libertad de prensa de la llamada Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional de la Plata, quizá se ofendería. El dictador es mentiroso, autoritario, pero hasta ahora no se lo llamado traidor. En cambio, ¿qué ocurrió con Walsh? El mismo se entrenó en Cuba y en base a las directivas del dictador cubano y la subvención de la URSS, trajo el terrorismo a la Argentina, para imponer un régimen totalitario marxista-leninista, en plena guerra fría. ¿Sería para garantizar la libertad de prensa como ocurrió durante el stalinismo? Entre otras de sus hazañas montoneras, fue uno de los asesinos del dirigente gremial, Augusto Timoteo Vandor y el 2 de julio de 1976, dirigió el atentado explosivo contra el comedor de la Jefatura de la Policía Federal, matando a 24 personas que almorzaban en ese momento. Es de recordar lo que dice nuestra Constitución Nacional en su artículo 119: “La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro”. ¿Cae Walsh dentro de esta definición? En realidad, todo es tragicómico, el nombre del premio a la libertad de prensa, su destinatario, quienes lo otorgan y el apoyo de la hegeliana presidenta, cuyo título de abogada de la Universidad nacional de la Plata se niega a mostrar. Pero en qué ambiente se entrega el premio. Unos días después que la Ministra Garré camarada de Walsh, se negó a que la policía, que su amigo había atacado, cumpliera una orden judicial para que se levante el bloqueo a las plantas de los diarios La Nación y Clarín, un atentado a la libertad de prensa. Después del sainete, terminemos con una pregunta demasiado aguda. ¿Hay democracia en Argentina?
Carlos E. Viana