jueves, 20 de mayo de 2010

EL PERSONAJE MAS PERVERSO

SÓRDIDO Y SINIESTRO DE LA HISTORIA POLÍTICA ARGENTINA,

¡NOS ES CONTEMPORÁNEO!

No encuentro referente capaz de emularle.

Néstor Carlos Kirchner, (a) Lupo, Lupín, el Pingüino, el Dueño o como prefiera llamarle, es, sin duda, el personaje más perverso, sórdido y siniestro que registre la historia política argentina.

Y nos es contemporáneo, ¡vaya realidad! Hurgando en la historia universal, quizá sea Ricardo III de Inglaterra, de acuerdo a la célebre tragedia de William Shakespeare que lleva su nombre, quien más se le asemeje.

Ocurre que Néstor Carlos Kirchner ha conseguido en muy breve tiempo,tanto como el que se prolongó su mandato y el que lleva de gestión su esposa,- destruir a una sociedad que se presentaba como una de las más sólidas del planeta, sustentada en valores ético-morales con profunda raíz ancestral.

Destruir, en definitiva, a una sociedad que parecía indestructible.

No me voy a extender demasiado… esta vez cuando menos, no.

Sólo voy a pedirle que piense, recuerde y luego, concluya.

Recuerde los primeros…

“¡Sí, soy pingüino… ¿y qué?!”

Posiblemente, esta frase, ensayada repetidamente por un Kirchner recién llegado al Poder, al que accedió de la mano del hasta entonces Presidente Interino de la Nación, haya sido la primera en “desnudar” su encono, su odio, su resentimiento.

Lo que vino después, Ud. y yo lo sabemos.

Cada uno hará la lectura que considere adecuada.

Sí estaremos de acuerdo en algo; se encargó y encarga aviesa y maliciosamente, de mantener abiertas heridas que, contra lo que dice y pregona, no tuvieron origen en la década del 70 sino en la del 60; a través de uno de sus más versátiles emisarios, reflotó viejas y perimidas antinomias entre negros y blancos, “cabecitas” y no cabecitas, morochos de ojos negros y rubios de ojos celestes.

Igualmente y siempre a través del mismo actor, pretendió alentar el antisemitismo en un país que ocupa el segundo o tercer lugar en el mundo, con mayor cantidad de población de origen judío.

Hasta tuvo el tupé de manifestarse admirador y seguidor del conjunto “Los Pibes Chorros”, intérpretes entre otros de la “Cumbia Villera”, cuyos versos hacen la apología del delito, y obviamente constituyen una burla y una afrenta hacia la autoridad policial.

Estimuló y estimula desde el pensamiento y los atriles, las movilizaciones violentas y la barbarie.

Descalificó y descalifica permanente y constantemente al Campo, la expresión más genuina de la verdadera argentinidad.

Se vincula y nos vincula con países sometidos a regímenes dictatoriales, totalitarios o en camino de serlo, alejándonos cada vez más de aquellos que crecen y se desarrollan en una verdadera democracia y libertad.

Fomentó y fomenta el ocio y el consiguiente desapego al trabajo, a través de los Planes del clientelismo y la indignidad.

Amasó una verdadera fortuna durante sus años de gestión como Gobernador de la Provincia de Santa Cruz y Presidente de la Nación.

Su apellido aparece vinculado a los más resonantes casos de corrupción.

Podría extenderme… ¡también Ud., seguramente pueda hacerlo!

Formo parte de una sociedad que ha enfermado y mucho.

Formo parte de una sociedad crispada, sin contención.

Asisto a la destrucción sistemática e implacable del núcleo familiar, sin poder hacer algo por preservarle.

Siento una tremenda frustración; el hombre más perverso, sórdido y siniestro de la historia política argentina, me es contemporáneo.

Ricardo Jorge Pareja

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