miércoles, 6 de marzo de 2013


LA OFENSIVA DE CFK SE HARIA SENTIR EN LA CORTE


Corte Suprema de Justicia-11
En una reunión de sus miembros, surgieron los temores por lo que puede ocurrir después de octubre.

Ayer señalamos que el cristinismo se está tomando venganza contra la justicia por el fracaso del 7 D. 

Esto empezó a materializarse a partir del discurso presidencial del viernes pasado ante la Asamblea Legislativa, en el cual presentó varios proyectos de ley elaborados por el grupo Justicia Legítima. 

Uno de los efectos de esta tendencia tuvo lugar en la reunión que ayer por la mañana habrían mantenido los ministros de la Corte. 

Varios de los mismos habrían manifestado su temor por un eventual triunfo del gobierno en octubre próximo. 

Se evaluó en esta reunión que es muy improbable que el kirchnerismo consiga los dos tercios de los votos en ambas cámaras del Congreso que son necesarios para sancionar la ley de reforma constitucional. 

Sin embargo, el mayor temor se refiere a la conocida capacidad del gobierno para captar votos a través de diversos métodos. 

Y también están las conversaciones bajo cuerda para acordar con el FAP y la UCR sancionar la necesidad de la reforma constitucional. 

En este marco aumentarían los temores de que el kirchnerismo opte finalmente por intentar el juicio político a varios ministros de la Corte. 

Los únicos que, por estar más allá del bien y del mal, no se sentirían amenazados, serían Carlos Fayt y Carmen Argibay.

Primeros efectos

Aparentemente, también habría una decisión política para imponerles a los jueces el pago del impuesto a las ganancias. 

En este clima de suspicacias, hay especulaciones acerca de que, por ejemplo, los jueces que tramitan causas por corrupción que involucran a funcionarios públicos podrían ser presionados a través de inspecciones de la AFIP. 

El enorme poder de daño del gobierno parece entonces sentirse hasta en las más altas esferas. Con su particular estilo, el kirchnerismo, al menos por ahora, elude la violencia física como método para someter a los opositores. 

Su arma preferida es el temor reverencial, del cual hace uso y abuso para anular a sus ocasionales oponentes. 

Después del discurso del viernes, se activaron las dudas sobre qué hará la Corte con la causa Clarín, una vez que la Sala I de la Cámara Civil y Comercial Federal dicte, como se supone, el fallo que declararía la inconstitucionalidad de los artículos 45 y 161 de la Ley de Medios. 

¿Las nuevas presiones podrían hacer que varios ministros de la Corte se vuelquen a favor de la constitucionalidad de la ley? 

Es dudoso, pero de ningún modo imposible. 

Como ya comentamos, la situación patrimonial de los jueces es un blanco de primer orden, salvo en el caso de Eugenio Zaffaroni, que se comprobó que no paga autónomos y alquilaba sus departamentos para prostíbulos, entre otras irregularidades más. 

Sin embargo, es un amigo del cristinismo y por tanto goza de impunidad para hacer cualquier cosa.

En cambio, para cualquier otro de sus colegas, cualquier error podría ser aprovechado por la AFIP. 

Claro está que el actual clima psicológico, signado por el temor, podría cambiar rápidamente si el gobierno encuentra en la sociedad civil una severa oposición a sus reformas judiciales. 

La marcha multitudinaria convocada para el 18 de abril podría tener su efecto. 

Aunque, como es sabido, el gobierno no suele dar marcha atrás en sus planes.

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